Nunca te mentí.
Siempre te hablé de mi lado sensible, de mis defectos.
Te advertí que no te acostumbraras a mí, que suelo
irme cuando me siento aburrida, harta o decepcionada;
no creo en vínculos eternos, no sé amar...
Y... míranos ahora, sufriendo por mis malditos modos.
Lo siento.
A ti, no quería lastimarte.
A ti, no quería lastimarte.
Créeme.
~Arely Huber
D.R.2016
D.R.2016
Hermoso pensamiento
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