Amanecer junto a ti
y ver partir la noche
acomodado entre tus brazos,
¡Es un regalo divino!
Dejar asomar la luz día
debería de ser un castigo.
-¡No te vayas!
Quédate aunque sea a mi lado
quiero seguir gozando lo que
por tantas noches he anhelado.
Escucha el corazón de este amante
enamorado, que no tiene mas culpa
que la de haberte amado...
~Arely Huber
2013 ©
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