Aromas que estigmatizan instantes, con mágico enigma tu amor
trasciende, vuelve tu voz entre murmullos de música.
El frío de la
ciudad intenta dibujar tu rostro difuminado en la densa niebla.
Suspiros azules me
envuelven impregnando mi rostro fragmentado con pequeñas gotas de mar; se crean
canales por las grietas de los años; la tormenta de mis ojos no cesa.
Cada calle me susurra una
herida sin sanar, con ello, tu nombre.
Inconcebible como permaneces en los recovecos más oscuros de
mi sentir, en los aromas del ayer...
Hoy, tocó revivirte.
XIX
~Arely Huber
D.R.2016
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