A partir de hoy he decidido culminar esta historia, se acabaron las frases tristes, los llantos y el intento de querer mantenerme ecuánime para darte gusto a ti.
Finalmente, me di cuenta que ser mendigo de tu amor no tiene sentido, llegué a pensar que valías todas las penas que estaban por acontecer, pero no, no lo vales.
Gracias por mostrar a tiempo, tu lado extremo, así, como realmente eres.
¿Sabes? me encanta verte feliz, pero te confieso,
que si tengo que elegir entre tu sonrisa o la mía,
prefiero que me veas partir...
~Arely Huber
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